Yo no olvido al año viejo.
Mentira. Sí lo suelo olvidar. Desde unos años para acá me he dado cuenta de que de hecho no tengo muy buena memoria. Por eso es que quizá guardo tanto chéchere, cositas que me recuerdan momentos que de otra forma no recordaría. Aún así me cacho de vez en cuando olvidando momentos que algún aroma random me trae de vuelta. Así las cosas. Pero este año no, panas. Este año no se olvida. La vida se montó como que en un riel de tren en bajada. Y de paso prendió el motor. Este año llegué a casa, para sacudir finalmente las alas. Este año me prepara para decir: nos vemos, mundo. Este año dormí por primera vez en mi hogar. Así que yo no olvido a este año viejo, que me ha dejado cosas muy buenas. Feliz año, mi gente. Y que la pizza esté con ustedes.