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Mostrando entradas de junio, 2015

Venezuela se lo pierde IV: Isa

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Arte de Isabel Faccini Podría decir que pocas personas combinan menos con el atraso que representa Venezuela. en toda materia. que Isa, y sin embargo, qué persona venezolana es. Isa es, sin duda, la persona más persona que conozco. Me hizo necesitar, en todo sentido, repensar el género neutro y destruyó en mí tantos valores preestablecidos, prejuicios morales y etiquetas, que rehizo, y a veces sigue rehaciendo mi forma de pensar ante algunos problemas muy actuales. No tiene ni idea de cuánto le agradezco todo lo descubierto en las muchas conversaciones que tuvimos.  Para Venezuela perder a Isa es perder discusiones vitales, un gusto genial y una mano que pareciera derramar luz y color sobre lo que dibuje. Parecía tener esa maldición/bendición de aquél personaje de Mushishi que da vida a lo que garabatea. Estoy seguro que aún sigue teniendo ese beta. Sin embargo, para su bien o para su mal, lo feo escapa de su persona y su creación. Es el kawaii verdadero. Así, con K y con

Venezuela se lo pierde III: César

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El viejito, aunque de viejo no tiene nada. Ni siquiera el cansancio propio de los viejos, como yo, que tengo 30 años y ya estoy retecansado. De hecho, pocas veces lo he visto dormir, a pesar de que estuvo conmigo en los viajes del barco, y fue uno de los fundadores iniciales del GOEN, y viajamos juntos a Caracas incontables veces por cosas de la embajada, o el barco, o quién sabe qué más. Menos veces lo he visto borracho (de hecho, ninguna vez), a pesar de que lo llaman Kanpai Senpai, por su infinita sed de los más variados licores. En Yamagata nos tocó hospedarnos en la misma casa, y la familia tuvo la decencia de preguntarnos qué es lo que más queríamos ver de Japón. Yo dije lo que saben, los templos. Él, el sake. Por su culpa terminé probando más tipos de sake de lo que podía contar, y no recuerdo con claridad un día entero de mi viaje por el norte de Japón. Pero él, nada. Completico. Seguía bebiendo incluso después de que recuperé la conciencia. De él depende mucho el GOEN, pue