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Mostrando entradas de 2014

2014... tú, hijo de la gran...

Chico, se fue. El muy mal nacido se fue sin dejar el regalo que prometió. Porque el bastardo nos dijo, cuando venía llegando, que nos iba a dar algo. Nos guanipeó el muy maldito. Nos dejó como cuando nos dicen que nos van a anunciar algo y no nos anuncian nada. Fue un foreplay tan largo que las ganas se asoparon. Se volvieron sopa. Cremita. Una reducción a fuego lento de guarimba. Pero nada, uno se las arregla para hacer la felicidad, porque se construye, a punta de cartón, si eres Venezolano. Este año he pasado a otra vida. Dejé de trabajar con los chavistas, o con el gobierno en general (porque si bien antes no eran los chavistas, eran los de UNT, que son lo mismo, pero con otra pintura); y ahora trabajo con el imperio. Sufro los debacles pertinentes al maltrato de los desconsiderados gringos: buen sueldo, beneficios, seguros y más seguros, bonos, buenos tratos, y un ambiente de trabajo cómodo. Cómo me odia el imperio. Pero sigo aquí en Venezuela, por lo que me está tocando, de n

La basura

Ya las clases están por terminar. No tengo mucho más material para mi clase de periodismo, ya que mis estudiantes, diligentemente, han terminado cada tarea que les he puesto. Hoy, sabiendo que me iba a sobrar algo de tiempo, intenté algo que vi en nuestro hermoso mundo de la interwebs.  Sentados ellos como siempre se sientan, alrededor de una gran mesa cuadrada, acerqué el pote de basura a unos de los chicos - intencionalmente, lo acerqué al menos aventajado de la clase - y les di un papel de reciclaje arrugado. Les pedí que encestaran el papel en la basura, que solo tenían un intento, y que el que lo hiciera tendría 10 puntos extra en la clase. Inmediatamente los que estaban más cerca de la basura lanzaron y acertaron. Los que estaban más lejos ni lo intentaron, y empezaron a protestar por que era injusto. Les dije que si no lanzaban, les quitaría 10 puntos de lo que ya tuvieran. Lanzaron, pero ninguno logró encestar. Con sus caras molestas, se quedaron callados.  - ¿Es injusto

1900 Parra

En general el día ya iba bien de por sí. Que si sueño, que si cansancio, que si ganas de irme a casa a ver qué tanto puedo resistir la tentación de echar una siestica chiquitica de 8 horas; lo normal, pues, de la llegada de las 4 desde que estoy trabajando en el EBV; pero hoy era distinto. Hoy había comido Pizza en el almuerzo. Ahora mira, que la vida es rara es sus cosas, decía un tipo que seguro no hubiese votado por Peña Nieto, que cuando estoy pasando al lado del auditorio escucho un piano que me llama la atención.  A ver, contexto. Desde el 2012 tengo un rollo con la música que no hemos logrado conciliar. Ella muy Palestina y yo muy Israel (porque yo jamás voy a ser el bonachón del asunto), tuvimos unos rollos, ella me dijo cosas que seguro ahora se arrepiente, yo les dije unas cosas que se merecía por regalada, y terminamos en un rompimiento con su consecuente BORRO TODA MIERDA DE MI PC porque me cansé. Y desde entonces es duro, ninguna cosa relacionada a música me llama l

Regalo de 30 cumpleaños.

Keyla, Keyla, Alberto, Keyla, Alejo, Keyla, Jesús, Keyla, Alejo, Laura, Denice, Miguel, Argentina, Alicia Soto, Keyla, Alicia Soto, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Cindy, Cindy, Servigna, Cindy, Jesús, César, Juan, César, Juan, César, Juan, Alicia, Cindy, Keyla, Keyla, Keyla, Javier, Keyla, Keyla, Alejo, Keyla, Vanessa, Andreina, Blanca, Andreina, Blanca, Keyla, Vanessa, Keyla, Vanessa, Keyla, Vilchez, Nílibe, Mario, Keyla, Vanessa, Vanessa, Vanessa Rivas, Keyla. Entonces, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Keyla, Karla, Keyla, Karla, Keyla, Karla, Keyla, Karla, Karla, Karla, Karla, Karla, Alicia, Cindy, Jesús, Alejandro, Alejo, Karla, Alejo, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Alejo, Alejo, Alejo, Alejo, Alejo, Alejo, Vanessa. Vanessa, Anaís, Vanessa, Henry, Jesús, Xionary, Keyla, Alejo, Vanessa, Ricardo, Carlos, Blanca, Andreina Ricardo, Pinipón, Ylse, Pinipón, Vanessa, Vodka, Vanessa, Vanessa, Vanessa, Jesús, Karla, Je

Venezuela se lo pierde II: Vicky

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Advertencia, no lo van a entender, y no me importa.  No es flojera, ni falta de tiempo. Es uno de estos temas que se te quedan en la cola esperando a que les des su parte de merecida atención, pero no hay la que merecen.  No es falta de amor. Es exceso de otra cosa.  Por lo que hablemos de los panes. El queso de mano en los panes que tienen papitas que no son papitas porque están hechas de yuka, los chinos y sus vainas, pero la mejor salsa eran, bueno, las carcajadas y los cuentos que quedaban en la mesa de plástico. Y ya no puedo comer eso.  Por lo que hablemos mejor de los sapos. Encontrase un sapo en una sala es peligroso, o empatarse con uno, tanto peor. Pero no peor que empatarse con un muñequito de plástico para estrenar la galleta que practica el ser comentarista de su propia porno. Menos mal que vinieron luces de Barcelona, con el tumbao de una escoba que no se cayó, a salvar la poca patria, y darle alas. Y ya no están en esta pobre pantomima de patria. A

PappiriPizza

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¿Qué tan difícil puede ser hacer una pizza? Digo, si tienes los ingredientes adecuados, como la harina. No te rías, sí se puede conseguir. Vamos, si la droga se consigue, ¿por qué no la harina? Vaina, que sí se consigue. Es más, te puedo decir de varios lugares en donde por tener harina hacen unas pizzas miamorcontequierovenípacá. Palermo Vamos, ya todos han hablado de Palermo. Este lugar que es chévere porque está ordenado de forma "original" y es una "joya local", y te sirven pizza horneada a la leña, y tienen todos estos sabores y combinaciones casi infinitas con nombres súper cómicos. Porque es gracioso que le llamen a una pizza "trimollejua" por su tamaño, que es grandote, pues. Pero no. El lugar no tiene un orden original. Más bien es el resultado de años de no querer limpiar nunca la casa, y a esto ponerle unas luces de navidad encima. Pa' que no veas el sucio. El libro que es el menú es más largo y fastidioso que leer El Ulíse

Venezuela se lo pierde I: Napo

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La primera vez que supe de Napo me pregunté por su nombre, como seguramente hacen los que leen esto y no lo conocen. Fue ya después, en alguna de las noches en las que nos reuníamos a beber conversaciones hasta que alguien se quejara por el trabajo al siguiente día o el periódico del día nos sorprendiera cayendo en el patio, que me enteré que era por Napoleón Bonaparte. Nada tiene que ver, creo, con lo que vi en Napo. Espero que tenga que ver con su futuro, y conquiste parte del mundo, sin ser derrotado en ninguna Waterloo.  Reconocí su genio la primera vez que supe de él, porque no fue su cara lo que vi, sino su texto . Su rostro desde entonces fue un fantasma para mí, uno de esos panas de los panas que se fue a vivir a otra parte porque patria. Por avatares del buen destino Napo regresó a su país hace dos años; trajo un acento refinado, conversaciones infinitas, un maletín de curitas para una de mis mejores amigas, y el mejor ritmo que he visto al bailar el estilo de la

Arelis

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Cuando Arelita visitó por primera vez la biblioteca del estado no sabía leer muy bien, pero por alguna razón que es ajena a mi entender quiso leerme un cuento. A ver, mi trabajo en la biblioteca era el contrario: yo era el que le leía cuentos a los niños; pero vino esta niña que apenas sabía tejer una letra con la otra a quererme leer un cuento a mí y pues, me descolocó. No recuerdo muy bien el primer cuento que me leyó, pero de ahí en adelante cada vez que venía tenía la costumbre de leerme al menos uno. Poco a poco, se fue haciendo muy buena leyendo. Hace un par de domingos tuve mi último día de trabajo en la biblioteca. Arelita ya tiene 15 años, y decidió irme a despedir. Me llevó a mi lugar favorito de la biblioteca, el que muestro aquí. Y leyó 5 o más cuentos hermosos, entre ellos, mi favorito de Jimmy Liao. La realidad se deshizo por un momentico. Arelita es una cuenta cuentos ahora. No necesita del papel, ni de la imagen para tejerte un cuento en el aire. Creo qu

Dimitri

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Una vez viví en un barco por dos meses y desde entonces soy un panda marino. En ese barco había un ruso. Bueno, no, había varios, pero este ruso era más ruso que todos los demás. Se llamaba Dimitri, ve a ver.  Dimitri fue a ese barco, en donde vivieron, como yo, personas de distintos países que confiaban comunicarse en inglés como lengua común; pero fue sin saber más que una o dos frases de inglés. A pesar de esto, comunicarse no fue mucho problema para él pues su rostro era sumamente expresivo, y armaba frases de lo más divertidas con las pocas palabras que sabía y que iba aprendiendo cada día. Un ejercicio para comenzar con alegría la mañana era acercase y preguntarle How are you today Dimitri? Pues la respuesta siempre era, por no decir más, deliciosa.  - How are you today, Dimitri?  - I am... - pausa larga en la que medía las palabras- fine.  - How are you today Dimitri?  - I am... - otra pausa- Fantastic!  - How are you today Dimitri?  - I am... - una pausa

5 hamburguesas para sonreir

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Como buen Panda que soy, he ido catando los distintos sitios en donde se puede comer últimamente en Maracaibo. La verdad es que para sorpresa propia, una entrada no me va a alcanzar para las distintas variadas opciones que hay. Recientemente ha habido un boom de negocios de comida creativa, gourmet, o carritos emergentes para competir con los tradicionales establecimientos que ya tienen su clientela ganada. Hay nuevos lugares donde comer pizza, hamburguesa, sushi, comida vegetariana (tan buena que yo, el más carnívoro de los seres, le hago mención) y pare usted de contar. ¿De dónde sacan la plata para montar estos nuevos negocios? Ni idea, y tampoco me importa. Lo que me importa es la comida, y hoy les hablaré de hamburguesas.  Bon Burguer Comenzamos con la más gurrmé. Bon ofrece unos sabores particularmente finos a la hora de darte tu hamburguesa, con acompañantes de buen sabor y un buen lugar en donde comerla. La velocidad con la que te atienden, y el servicio son lo s

Nuevo blog

Esta vez no estoy intentando que usted me lea, esta vez estoy intentando que yo me escriba. Por lo tanto, no ofreceré paja. Antes, (puede ver en mis otros blog) ofrecía paja para los caballos: reflexiones sobre poesía que no entendía muy bien, o pensamientos desde una óptica escatológica a punto de papel toilet. Ahora, le puedo decir que no tengo ni idea de qué encontrará en este blog. Sólo le puedo decir qué no encontrará: paja. Así que si usted es un caballo, le recomiendo buscar en otro establo. Si no lo es, bienvenido. Esta es la crónica del último Panda de Maracaibo. Los otros pandas no son osos y gatos. Yo sí, porque hablo japonés. Disque. Nos vemos.