Lluvia
Todos, incluso yo, tenemos un poncho o dos guardados en la maleta de la moto. Especialmente en la época de lluvia. No es exageración. Incluso si la pepa e sol está clavada en el cielo azul sin una sola nube, puede empezar a llover. Te puedes hacer un experto en las mañas que tiene la lluvia antes de caer -un poco de frío, un repentino cambio de clima, olor a tierra mojada (aunque aquí siempre huele a tierra mojada - pero igual te puede agarrar de sorpresa una lluvia de horas, de días, o de segundos.
Pero esto jamás paraliza a la ciudad, como lo haría con otras ciudades que conozco *tos MARACAIBO QUE SE CREE DE AZÚCAR ES CON VOS tos*. Apenas incurre en una pausa de segundos mientras todas las motos, como coordinadas, se detienen, sus jinetes sacan su poncho, y siguen su camino. Acá nadie te va a creer que llegaste tarde, o que no puedes salir, por lluvia. Además, que en temporada de lluvia simplemente no saldrías.
Las calles se llenan de río. Atravesada por el Saigón y el Mekong, Ho Chi Minh no puede contener a sus ríos cuando llueve, que salen a pasear entre las motos. Y las motos en el río, como retando a ver qué tanta agua pueden aguantar. Les resuelvo la duda: mucha. Yo mismo he nadado en un río con mi moto. Y no me puedo quejar, siempre me ha llevado a la otra orilla.
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Ahora estamos en febrero, temporada seca. Las noches se han vuelto templadas, casi frías. Los días se han llenado de polvo. Toda la ciudad está como esperando a mayo y sus primeras lluvias para quitarse la sed. Las lluvias, sin embargo, oncasionalmente, envían un emisario a preparar el camino. Por eso, nadie saca el poncho de las maletas de sus motos.
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